«VIVIENDO APASIONADAMENTE, PODRÍA SER EL TÍTULO DE MI VIDA»

ELLAS TAMBIÉN SON FAMILIA

Sus pequeños y su familia son su primera pasión. Pero a ella también le entusiasma su profesión de Policía, así como el deporte. Como ella misma dice vive apasionadamente y ese podría ser el título de su vida. Entre sus disciplinas favoritas se encuentra el rugby que, en Lalín, su pueblo natal, practica de modo semi-profesional en el Club Coreti de la capital del Deza. Además, en su estancia en Madrid compitió en la máxima categoría de la división de honor.

Hablamos con Ana López Blanco que, recién trasladada “á terriña” después de varios años trabajando en Madrid en diversos departamentos especializados de la Policía Nacional, nos cuenta su experiencia allí y lo que le aguarda en sus nuevas tareas en Santiago de Compostela.  


Ana, ¿qué ha supuesto para ti volver a casa para desenvolver tu profesión?

Pues diría que un cambio radical. Sobre todo, porque el trabajo que estoy desempeñando ahora en mi nuevo puesto en Santiago de Compostela, donde me han destinado, es totalmente diferente al que venía desenvolviendo en Madrid. Es una faceta policial distinta y estoy muy satisfecha de probar otros campos y, por supuesto, de trabajar en mi tierra por fin.

¿Qué tal en tu nuevo destino en Santiago de Compostela?

Estoy asentando todavía las bases de mi nuevo destino aquí. Ahora trabajo patrullando en la calle, muy cerca del ciudadano de a pie, algo nuevo para mí pues era Policía de oficina durante mi época laboral en la capital de España. Y he de decir que esta experiencia está siendo sumamente gratificante, pues el trato con el ciudadano es algo que echaba de menos. Las labores, cometidos y servicios de mi profesión son muy diversos y realmente me apetecía mucho volver a la base de la Policía, estar cerca y ayudar a la gente.

¿Cómo fue la experiencia profesional en Madrid?

Fue excelente. Desde el primer momento encontré compañeros que me acogieron con los brazos abiertos. Aprendí muchísimo en cada una de las áreas en las que trabajé, muy vinculadas entre ellas. Fui muy feliz en esta etapa profesional, pero por otro lado ya veía que si no daba algún giro podría estancarme y no avanzar. Por ello me decidí al cambio.

Me imagino a Ana de niña diciendo quiero ser Policía, ¿realmente tu deseo de pequeña era dedicarte a esto?

Ana de niña quería ser peluquera, también quería ser profesora. Realmente creo que mi vocación frustrada es la de profe, porque me encantan los niños. Pero al final me decanté por la moda, algo que me gustó de siempre. Le solía hacer ropa a las muñecas y ya en mi adolescencia me diseñaba mi propio vestuario estrambótico-gótico-hippie-extraño (se ríe). Y así llegué a ejercer como diseñadora de moda durante un tiempo hasta que me di cuenta que esa vida laboral no era para mí y con 27 años decidí ser Policía.

¿Y lo decidiste por vocación o por alguna influencia familiar?

Pues visto lo visto, vocación no fue. Más bien al revés. Mi padre ha sido Policía Local en Lalín durante 38 años, está recién jubilado, y siempre me quiso que profesionalmente me decantase por este camino. Pero yo siempre me negaba y me oponía. Al final, no sé muy bien ni cómo ni por qué, un día me animé a preparar las oposiciones a Policía Nacional.

¿Resultó duro formarte para ser Policía? Y conseguir serlo finalmente, ¿fue complicado? ¡Cuéntanos!

No considero que haya sido duro formarme como Policía. En todo ese proceso, creo que había una gran diferencia entre las personas que teníamos determinada edad y habíamos trabajado ya en la empresa privada, donde las exigencias suelen ser más altas, y aquellas que nunca lo habían hecho. Para mí prepararme para superar la oposición simplemente requirió de constancia y de establecer un horario similar al laboral para estudiar y entrenar la parte física. Luego en Ávila, donde pasé más de 9 meses de formación y convivencia con casi 2.000 personas que participábamos en la convocatoria, sí que fue un período más intenso física y mentalmente y de mucha exigencia académica y deportiva. Pero lo superé y me enseñó más valores de los que me restó.

Está claro que el deporte es vital para cualquier persona que se dedique a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero me consta que para ti el deporte es importantísimo en tu día a día ¿qué deportes practicas? ¿Cuál es el que más te gusta?

Sí, el deporte me apasiona. Es mi medicina, mi psicólogo, mi psiquiatra, mi terapeuta, mi vía de escape, lo es todo. Empecé a jugar al rugby a los 18 años, pero desde hace mucho tiempo también corro, practico natación, bici, y ahora para aprovechar el poco tiempo libre que tengo practico HIIT, entrenamientos de alta intensidad. Aunque de todos ellos el rugby es con el que me quedo y que seguiré practicando hasta que pueda arrastrar las botas en un campo.

¿Cómo te organizas para poder hacer todo lo que haces al día, tu trabajo, tu familia, el deporte, etc.…?

Pues como puedo. Además del trabajo, practicar deporte a diario, imprescindible para mí, dedico todo el tiempo que puedo a mis niños, a mi familia, y a la casa, y etc., etc., etc. (se ríe).

Durante años fuiste parte de las Abellonas, del Club Rugby de Lalín que patrocina Coreti, ¿qué ha significado formar parte de este Club y practicar este deporte?

El formar parte de este Club supuso un antes y un después en mi vida, pues allí conocí gente maravillosa que me abrieron los ojos hacia el deporte, hacia el deporte en equipo, en una disciplina tan plural e integradora como es el Rugby. Allí conocí además al que es hoy mi marido, también exjugador de rugby, algo por lo que le estoy muy agradecida a este deporte. He sido, soy y seguiré siendo Abellona esté donde esté.

¿Qué es lo que más te gusta de este deporte con tanta tradición en tu tierra, en Lalín?

Desde luego la parte humana y social. Este deporte es de los de equipo de verdad, donde todo el mundo tiene cabida, da igual el físico, el carácter, perfil o personalidad que cada uno tenga. Y donde siempre te vas a sentir parte de una gran familia.

¿Sigues practicándolo?

Sigo practicándolo. La verdad no jugué desde que tuve a mi hija pequeña porque las complicaciones para conciliar no me lo permitían. Ahora con apoyo familiar y aquí en “a terriña” espero poder sacar un hueco para retomar los entrenamientos y volver a jugar con la nueva generación de Abellonas que compiten a nivel gallego.

Y tus niños, ¿seguirán vuestros pasos?

Me gustaría que mis hijos siguieran nuestros pasos en esta disciplina. Mi hijo mayor ya estuvo entrenando en Madrid y ahora forma parte del Club Rugby Coreti de Lalín, y la pequeña espero que en cuanto tenga un par de años más se anime también.

Con este proyecto de entrevistas queremos dar visibilidad a personas que forman parte de la vida de nuestros trabajadores y que tienen historias interesantes y únicas que contar. Queremos mostrarlas poniendo todo el foco en ellas, por ello sin desvelar de quien son familia.