Serigrafía. En qué consiste la impresión serigráfica

Al hablar de serigrafía nos referimos a la técnica de impresión que se utiliza para reproducir imágenes o textos sobre cualquier material. Básicamente, se consigue filtrando tinta en el soporte sobre el que se desea la reproducción utilizando una malla tensada. En las zonas donde no se desea imagen se aplica una especie de barniz para impedir el paso de la tinta. Una vez fijado este barniz o emulsión, podemos repetir la operación de impresión tantas veces como deseemos.

Este sistema de impresión se remonta a la antigua China donde utilizaban la seda en el proceso de serigrafía y de ahí deriva su nombre, ya que viene de la palabra latina sericum, que significa seda y la griega graphe o escribir. Los antiguos egipcios también utilizaron esta técnica para decorar sus templos y edificios.

En Europa también comenzaron a imprimirse telas pero es en Estados Unidos, a mediados del siglo XIX, donde se empieza a serigrafiar en papel. Sin embargo es en el siglo XX, con el desarrollo de los productos químicos, cuando toma una importancia relevante ya que permite manifestaciones artísticas sobre un sinfín de diferentes materiales, adaptándose a las múltiples formas de los mismos y solo necesita una leve presión para imprimir, lo que permite su utilización en superficies frágiles.

Respecto al proceso técnico podemos destacar diferentes etapas

– Diseño a reproducir: se trata de la elección del original que queremos reproducir en el soporte elegido.

– Película: es una lámina transparente con una imagen opaca a la luz y que es coincidente con el original que se desea reproducir.

– Matriz: se utilizará un marco al cual se le coloca una fina malla de material sintético o metálico que, una vez tensada, permita el paso de las tintas de serigrafía. Para adherir la película con el diseño a reproducir se pueden utilizar distintas técnicas como el fotograbado (utilizando un proceso químico, proporciona una mayor precisión y detalle), plantillas recortadas (para imágenes muy simples) o por trazado directo (pasando a mano un líquido resistente a las tintas por la malla. Ideal para artistas creativos).

– Impresión: colocamos la matriz sobre el soporte a serigrafiar, vertemos tinta de imprimir en una esquina de la misma y se extiende utilizando una racleta de goma. Así, la tinta solo penetra en las zonas donde realmente deseemos.